Palabras fronterizas

Palabras fronterizas
Por José Tomás Herreros
Ilustración por Patricio Bascuñan
Publicado originalmente en Revista Anagénesis N.8, 2014.

Existe un grupo de palabras que podría calificarse de “fronterizo”. Son conceptos fronterizos porque desempeñan una función doble, tanto para el discurso del poder como para el discurso crítico. Su consolidación histórica, en un sentido o en otro, no se avisa en el horizonte. Su indefinición permite la convivencia del mercado y la denuncia en un mismo lugar.

Ofrezco un ejemplo.

Hace pocos días se celebró la tercera versión de la llamada “Primavera del libro”, evento que reúne a una importante cantidad de editoriales en el Parque Bustamante. El elemento común entre las editoriales que participaban y el concepto fronterizo que analizamos, era la condición de “independiente”. Esta condición resumía el atractivo de la feria. Lo independiente era el néctar fascinante que no se puede encontrar en las acostumbradas vitrinas. Sin embargo, era imposible para cualquiera de los que estaba ahí, vendedores, vitrineantes, editores y escritores, decir sin complicaciones en qué consistía el atributo “independiente”.

En algunos puestos, la independencia consistía, básicamente, en una parada estética plasmada en el diseño exterior de títulos y autores consolidados. En otros, consistía en la exhibición de títulos y autores de izquierda en ediciones económicas. Otros exhibían exclusivamente los títulos publicados por editoriales con vinculación universitaria (UDP, Universitaria, Usach), basando su independencia en la autonomía de su administración. Otros exhibían libros que normalmente están en todas las librerías, pero con precios en oferta.

Sin desconocer que pudimos asistir a una gama un poco más amplia de autores, títulos y ediciones, la “Primavera del libro” tuvo un bautizo ajustado: se trata un acontecimiento estacional en que florecen de forma espontánea especímenes un poco más exóticos de nuestra flora editorial. Y considerando el desinterés por formular un criterio de independencia más tajante y su consiguiente delegación a los organizadores, la presunta espontaneidad que reunió a estas editoriales se ordena a un sólo objetivo general: abrir un circuito comercial alternativo, pero idéntico.

Independencia, al igual que autogestión, contra-cultura y autonomía, son algunos de esos conceptos que aún poseen una dudosa polisemia. La irracionalidad habitual del mercado no descansa en la tarea de convertirlos en un “plus” de la mercancía. Las editoriales independientes agradecen el espacio.

Por | 2018-12-11T14:36:29+00:00 diciembre 11th, 2018|Artículos|Sin comentarios

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